17 Nov ¡Adiós! Lorem ipsum. Rellenar por rellenar
No es momento de lágrimas, es momento de cambiar la óptica.
Si has trabajado como diseñador web, y has realizado presentaciones para tus clientes, estoy seguro que has utilizado el mítico «lorem ipsum» o conocido vulgarmente también como texto de relleno. Con esta entrada, no quiero despedir a nuestro tan querido Lorem, sino ver el diseño desde otra óptica.
¿Pero seamos sinceros de que vale ese texto sin sentido?
Quizás tengas una respuesta clara y firme al respecto, «ese texto sirve para dar forma al sitio web que presento» «ese texto sirve para rellenar y el cliente se haga una idea visual de como quedará». Pero todas ellas son suposiciones de como podría ser el resultado de algo… En la mayoría de los casos, y si no compruébalo tu mismo, hacemos cosas ilógicas como por ejemplo:
- Insertamos texto sin saber la dimensión que tendrá un párrafo.
- Creamos divisiones sin sentido.
- Destacamos términos.
Esta fórmula, la de utilizar contenido ficticio es la que venimos utilizando desde antaño, pues entendemos que el contenido debe ser lo último de un sitio web, pero realmente es un mal planteamiento, si entendemos el diseño como la suma del componente gráfico y textual. Es decir, diseñar ya supone tener en cuenta el contenido, pues la presentación visual del proyecto variará en función del número de palabras, de estas en sí, y de muchos otros aspectos vinculados al contenido, como la puntuación por ejemplo.
Entonces… ¿por qué seguimos utilizándolo?
Yo todavía sigo dándole vueltas a la cabeza y sinceramente no le encuentro mucho sentido, más allá de hacer una presentación rápida que al menos sintetice la idea del proyecto… Aunque pensándolo bien para eso tenemos ya el wireframe.
Por ello, te recomiendo que siempre que puedas diseñes, presentes, y desarrolles con la información real que llevará tu web/app, pues créeme que visualmente será muy diferente.
No quiero que esto sea sólo un monólogo, estoy seguro que tu tendrás tus propias conclusiones. ¿Qué tal si nos las comentas aquí abajo?
Eduardo
Publicado a las 08:44h, 18 noviembreAmén con lo del texto, la última capa no es el contenido, sino el diseño visual, Ya nos lo dejó bien claro en este diagrama JJG: http://www.jjg.net/elements/translations/elements_es.pdf
José Luis Soler del Toro
Publicado a las 08:57h, 18 noviembreGracias Eduardo por tu comentario. Cualquier diseñador debería trabajar sobre los textos reales aunque pueda resultar en muchas ocasiones imposible. No debemos olvidar que la utilización de textos de relleno pueden ocasionar luego una imagen errónea con respecto al diseño definitivo. En cualquier caso, el contenido no debe ser la última capa de un proyecto.
Mario Martín
Publicado a las 08:07h, 23 noviembreEstoy parcialmente de acuerdo con lo que comentas. Es cierto todo aquello de que la longitud del texto afecta de manera sustancial al diseño final del producto, pero quiero ponerte un caso práctico que me ocurrió ayer mismo en mi trabajo: Tenemos que diseñar una felicitación navideña que se enviará por correo electrónico. Hay que encontrar «una imagen tecnológica, navideña, disruptiva, graciosa y a la vez cercana pero que no ofenda a minorías no religiosas» (sí, todo en uno….) Esta imagen irá acompañada de un texto que se incorporará más tarde y que están definiendo aún. Por experiencia de años anteriores, la versión definitiva del texto nos la proporcionarán 10 minutos antes de enviar el comunicado. La persona responsable de la redación final del texto no enviará el texto antes bajo ninguna circustancia…pero quiere ver «cómo quedaría la imagen con el texto incorporado».
Si desconocemos el texto final, ¿qué más da poner un Lorem ipsum que el texto de la felicitación del año anterior si no va a coincidir al 100% con el texto que realmente incorporaremos a última hora?
El Lorem ipsum debemos evitarlo en la medida de lo posible pero no deberíamos ser partícipes de esa demonización de un recurso de última hora que es muy útil para casos extremos como el que planteo y que desafortunadamente son más habituales de lo que querríamos.
José Luis Soler del Toro
Publicado a las 10:11h, 23 noviembre¡Hola Mario!
Estoy totalmente de acuerdo contigo, y creo que queda reflejado en el post que publico. Realmente el problema no radica en el uso o no del lorem ipsum, pues hay situaciones en las que nos vemos abocados si o si ha utilizarlo. El quid de la cuestión es el erróneo planteamiento del proceso de trabajo, donde parece que por costumbre dejamos el contenido como última capa del diseño, siendo en realidad parte de este.
¡Gracias por tu comentario!
Un saludo.
Francisco Marrero
Publicado a las 10:02h, 24 noviembreEs curioso como se ha empleado el uso del lorem ipsum hasta nuestros días. Rellenamos contenidos en el diseño con un texto carente de significado, lo cual tb influirá en el resultado final. Muchas veces el significado del mensaje le da sentido al diseño, por lo cual creo que bebe uno del otro y viceversa. Debemos establecer una simbiosis entre textos y diseño. En la medida de lo posible creo que su desarrollo debe ir de forma coetánea, aunque ésto último se hace casi imposible debido a los flujos y «biotrritmos» que tiene cada empresa.
He trabajado en empresas donde lo primero que te dan son los textos y en base a ellos puedes realizar el diseño e incluso dar feedbacks sobre la densidad de información pudiendo sintetizar el mensaje. Pero también he decir que en el mayor número de casos te piden un diseño y ya luego te pasan textos por eso lorem ipsum sigue estando tan presente.
Para resumir creo que poner «lorem ipsum» lo utilizamos para evitar opiniones sobre contenido y focalizar en aspectos puramente estéticos y no de usabilidad ni de significado. Lo cual es un errror para procesos muy avanzados.
José Luis Soler del Toro
Publicado a las 18:24h, 24 noviembre¡Toda la razón! Un saludo 🙂